En momentos en que el mundo se debate entre proteccionismo e integración, entre reglas justas y discreción, es importante cristalizar nuestra vocación profundizando las relaciones con países comprometidos con la integración.
"...el presupuesto 2019 para gratuidad suma cerca de US$ 1.700 millones, es decir, unos US$ 4.900 por estudiante. Mientras, la subvención a alumno prioritario tiene un valor de US$ 1.800 al año, y el aporte del Estado a mujeres embarazadas del quintil más pobre es, como máximo, US$ 122 al año...".
El problema que nos sigue asediando, y que es parte de la actual crisis, es cómo lograr que los políticos realmente lean historia, y que los historiadores entiendan la importancia de hablar con los políticos.
La generación de conocimiento sigue ocupando una parte importante del quehacer universitario. Pero las universidades se han integrado cada vez más con empresas, el Estado y organizaciones públicas y privadas para intentar que ese conocimiento se transfiera más rápidamente y esté al servicio del progreso y el bienestar de los chilenos.
Lo políticamente honesto es reconocer esos puntos ciegos y justificar normativamente por qué hay que bancárselos. Es decir, construir un argumento que no mienta ni oculte los eventuales costos, sino que los asuma en nombre de los valores superiores que encarnan los beneficios proyectados.
...Un crecimiento más lento al proyectado, pero, hasta ahora, de los mejores del continente y bastante más alto que el promedio de los cuatro años de la Nueva Mayoría.