Caminos para el bienestar y salud mental de los jóvenes

11 de Noviembre 2019 Noticias

El bienestar psicológico, según explica Felipe Landaeta, profesor de la Escuela de Psicología, es un estado que conjuga elementos tanto objetivos como subjetivos que nos permiten decir, por un lado, que estamos satisfechos con nuestra vida, y por otro, que desde una perspectiva externa y social estamos haciendo una contribución a la sociedad.

En situaciones complejas, la invitación del profesor está en “tener momentos de lo que la Psicología Positiva llama emociones positivas, que implica incorporar nuestras fortalezas en nuestra vida cotidiana -o construir las condiciones para que eso pase-, y llevar una vida orientada a un propósito más allá de nosotros”.

¿Cómo lograrlo? El académico explica que es clave “conocernos y conectarnos con quienes somos”, sin embargo, en el contexto actual con el auge de las redes sociales y los últimos acontecimientos del país, señala que es muy fácil estar “hacia afuera” y no conectar con los recursos internos, por eso, propone una premisa: “cuidar la información, cuestionar su veracidad, hoy hay muchas noticias falsas que están orientadas a gatillar una reacción emocional y son las noticias que más rápido se comparten”.

En este sentido, propone 3 caminos concretos para mejorar la salud mental en los jóvenes estudiantes en estos momentos:

  1. Tener espacios de autocuidado que pueden incluir el silencio, estar en espacios verdes, meditar o practicar mindfulness, así como también dejarse regalonear o cuidar por otros. Abrazar a nuestros seres queridos, jugar con nuestras mascotas, etc. Todo esto para volver a nosotros y a quienes somos para poder descansar y regenerarnos, en un período en que están las cosas bastante revueltas en lo social y lo interior.
  2. Poder conversar de lo que nos pasa en un espacio seguro. Esto es muy diferente a un espacio de discusión de ideas y discursos, sino que un espacio de hablar en primera persona de lo que cada uno está sintiendo a nivel emocional e interno, plantear nuestras aprehensiones, dudas, certezas, emociones, etc. Cuando hacemos esto nos podemos dar cuenta que aunque tengamos visiones diferentes en la superficie, el trasfondo humano es el mismo, y finalmente todos queremos estar mejor, queremos vivir en calma y sentirnos bien. Ésta puede ser una gran estrategia para resolver conflictos entre personas, simplemente hablando de lo que nos pasa, sin emitir juicios ni descalificaciones sobre las demás personas ni sobre nosotros y lo que nos pasa.
  3. Recordar nuestros propósitos mayores, eso que le da sentido a nuestras vidas. Por ejemplo, estos días he visto a muchas psicólogas y psicólogos trabajando horas extra y dedicando horas a voluntariados para apoyar a las personas. Pero esto es algo que todos podemos hacer en nuestros ámbitos profesionales y en la vida en general. Podemos todos colaborar a un mundo mejor y para allá van todos los propósitos trascendentes.

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