Director Centro de Competencia, UAI. Ex Fiscal Nacional Económico Período 2010 - 2018. Magíster en Derecho (LLM), Yale Law School University, EEUU Abogado, Universidad de Chile.
En las últimas décadas de Chile, ha cambiado mucho el mapa de las familias empresarias. Han surgido nuevas que han desplazado a otras. Solo las menos se han mantenido.
El Ministerio Público ha insistido en criticar este modelo, argumentando que ya han pasado cinco años sin que aún se ejerza dicha acción. Sin embargo, cualquier abogado experimentado sabe que debido a que las leyes solo rigen para el futuro, era inevitable que no se vieran resultados sino hasta un buen número de años después
Todos los programas contienen alguna medida rescatable, pero incurren en vaguedades, sinsentidos y errores, y no se advierten propuestas hiladas, profundas y precisas.
Es sabido que una vibrante competencia requiere de un Estado vigilante, pero eso no debiera implicar que ese Estado mute de árbitro a principal jugador y asfixie la iniciativa privada.
Me temo que si no reaccionan pronto, haciendo las modificaciones que la ciudadanía requiere, podríamos llegar a la vuelta de la esquina a que se proponga un sistema notarial 100% estatal, lo que a mi juicio sería una mala idea.
La membrana del sistema jurídico son los jueces y los funcionarios administrativos. Su herramienta principal es la interpretación. Pero deben decidir evitando cualquier arbitrariedad.
Se han dado a conocer cinco proyectos de ley dirigidos a contrapesar el poder de las gigantes tecnológicas. De aprobarse, las imbatibles compañías de Silicon Valley podrían verse obligadas a ajustar severamente sus modelos de negocio, en aras de revitalizar la competitividad de los mercados digitales.
Si así ocurre —y deshonramos los compromisos internacionales que hemos adquirido y nos olvidamos de que la escasez define la realidad humana (aunque nos duela)—, quemaremos los puentes que tanto esfuerzo nos han costado construir y que nos han brindado un cierto estado de bienestar.
Si las cosas no se hacen bien, y si los constituyentes no ponen la debida atención al camino que transitarán y al peso de sus responsabilidades, podríamos terminar, en unos años más, despertando luego de una gran farra.
"El monumental reto es armonizar el fluido relato de un Word (que recoja nuestras aspiraciones y dignidades) con la necesaria frialdad de un Excel (que incorpore la escasez como una realidad inexorable y la necesidad de contar con reglas estables que se cumplan)”
La economía de mercado —esa forma de organización compleja y fácil de criticar, pero muy superior a sus alternativas (así como ocurre con la democracia)— se basa en la fuerza y energía que despliegan las empresas privadas, bajo un contexto de libertad económica y competencia.
Parece aconsejable confeccionar un estudio de mercado sobre el mundo digital que permita mapear los temas esenciales y las prioridades para nuestro país. Además, se hace imperioso aprobar la nueva ley de privacidad que lleva años discutiéndose en el Congreso, cuestión que se encuentra íntimamente vinculada con la economía digital.