¿Cómo afrontar la integración laboral de los migrantes?

14 de Septiembre 2018 Noticias

Según datos del último Censo, en Chile viven 1.119.267 extranjeros, que en su gran mayoría llegaron en busca de una oportunidad laboral y de optar a una mejor calidad de vida. Sin embargo, esto ha generado una serie de consecuencias a nivel sociocultural en el país, especialmente en el contexto laboral, al verse provisto de una regulación descontextualizada y al ser recibidos por una sociedad poco preparada para un embiste multicultural de estas dimensiones.

Frente a este escenario, la Escuela de Psicología organizó una charla que contó con la presencia de dos importantes entidades encargadas de fomentar la interculturalidad en la sociedad chilena: el Servicio Jesuita Migrante y Fundación Avina. Ambas instituciones, a comienzos de este año, colaboraron en la creación de la Red de Empresas Interculturales, la cual pretende ser un espacio de encuentro, reflexión, capacitación e incidencia en torno a la interculturalidad e inclusión de personas migrantes en el ámbito laboral. Hoy esta red cuenta con el apoyo de 4 gremios empresariales, 4 organizaciones sociales y 25 empresas participantes más otras 52 interesadas en incorporarse.

La actividad fue realizada en conjunto por el director nacional del Servicio Jesuita Migrante, José Tomás Vicuña, y la representante de Fundación Avina, Pamela Ríos, quienes analizaron el panorama de la migración en Chile, los impactos que tiene la interculturalidad que se deriva de la migración por razones laborales y las ventajas que trae para las organizaciones y la sociedad el acceso a trabajo digno por parte de los extranjeros.

Vicuña aseguró que “para fomentar una sociedad intercultural de acogida, necesitamos trabajar no solo con los migrantes, sino que también con la población receptora. Si no trabajamos la convivencia, la inclusión y la interculturalidad, vamos a estar generando más rechazo”.

Algunas de las cifras revelan que actualmente los extranjeros representan el 5,8% de los puestos de trabajo a nivel nacional, que el 44% de los empleadores considera que es un valor agregado contratar a un trabajador migrante, que el 50% de las Pymes tiene al menos un empleado extranjero y que en 2017 se enviaron remesas desde Chile por un monto total de 727 millones de dólares, lo cual refleja el significativo aporte económico que representan para el país. Ante ello, Vicuña criticó que siempre se insinúe el gasto que debe hacer el Estado por los migrantes y que nunca se haga mención de los grandes ingresos que éstos generan. “El impuesto a la renta cobrado a los trabajadores migrantes el año pasado fue de 390 millones de dólares, lo que se traduce en un impacto positivo para la economía”, enfatizó.

Asimismo, hizo un llamado a no criminalizar a los extranjeros, argumentando que apenas el 0,1% de ellos ha recibido algún tipo de condenada dentro del país: “Por qué nos cuesta tanto hablar del 99,9%; no debemos generalizar ni estereotipar a partir de ese 0,1%”.

En cuanto a la normativa vigente, la Ley de Extranjería prohíbe que en las empresas con más de 25 trabajadores, los extranjeros superen el 15% de los empleados. Frente a esto, el Servicio Jesuita Migrante propone que ese porcentaje aumente a un 50%.

Por su parte, Pamela Ríos se refirió a los estereotipos y prejuicios que existen en torno a los migrantes y cómo muchas veces éstos son el origen de las discriminaciones. En este escenario es donde la interculturalidad juega un rol importante, ya que “busca transformar las estructuras de poder que inferiorizan, deshumanizan y racializan (…) Nuestras organizaciones deben aprender no solo a sobrellevar la interculturalidad, sino que tienen que anticiparse a este proceso”, explicó.

Finalmente, Ríos destacó que “es súper importante manejar datos, porque los datos matan prejuicios, así como también es muy importante saber la historia completa, para conocer a las personas en toda su dimensión y no encasillarlas a partir de su lugar de origen”.

 

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